Psicoterapia de familia


Terapia de familia

La familia es un grupo natural que, adoptando cada vez más diversas formas, cumple funciones psicológicas esenciales para el ser humano: la socialización, el sentido de pertenencia, la individuación, la construcción del autoconcepto y autoestima… El modo en que las familias cumplen estas funciones depende de las estructuras y pautas de relación que van generando a lo largo del tiempo.

Funciones de terapia familiar

Todas las familias se enfrentan a crisis que provocan un desequilibrio familiar, tanto por situaciones inesperadas (pérdida de un ser querido, enfermedad, rupturas…) como por cambios familiares naturales (nacimiento y crianza de los hijos, adolescencia, nido vacío...). Este desequilibrio requiere una nueva adaptación del modo de funcionamiento familiar, y cuando no se consigue de forma adecuada, aparecen los conflictos y el sufrimiento.

En Albor ofrecemos ayuda terapéutica, orientación o apoyo para promover este cambio necesario. Trabajamos con las familias potenciando su comprensión y apoyo emocional mutuo, favoreciendo formas de comunicación más saludables, siempre con el objetivo de mejorar el funcionamiento de la familia y restablecer su propio equilibrio.

También en ocasiones está indicada la terapia familiar para tratar problemas aparentemente individuales. En este caso el terapeuta familiar valora cómo afecta y cómo es afectada la familia por esta situación, y sugiere intervenciones que dotan de nuevos recursos y fortalecen los ya existentes dentro del propio sistema familiar.


PROBLEMAS MÁS FRECUENTES

● Dificultades para afrontar una situación vital difícil (pérdida de un ser querido, accidentes, cambios de domicilio…)
● Dificultad para adaptarse al cambio (llegada de un nuevo miembro a la familia, adolescencia, marcha de los hijos…)
● Relaciones conflictivas, discusiones continuas o formas de comunicación que generan tensión en el seno familiar.
● Dificultad de comunicación, escasa expresión de emociones o necesidades.

● Conductas inadecuadas o impulsivas, faltas de respeto, insultos, agresiones…
● Dificultades en la gestión de normas, por excesiva rigidez o excesiva permisividad.
● Falta de acuerdo la gestión de tareas cotidianas.
● Aparición de síntomas físicos o psicológicos en un miembro de la familia.